La hija de Jairo, y la mujer que tocó el manto de Jesús, Lc 8:40-56 (Mt 9:18–26; Mr 5:21–43)  

Lc 8:54-56 “Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. 2Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos” 

Envía a los “Doce”, para todo israelita esto era ya una manera de dar a entender que era un mensaje para Israel, puesto que el 12 es el número de la nación de Jacob: Doce hijos de Israel (Gn.35:22), doce tribus (Ex 24:4), el pectoral del sumo sacerdote (Ex 39:14), doce espías (Num 13:1), doce mil sellados (Ap 7), incluso la Santa Ciudad está llena del simbolismo con el número doce (Ap. 21). El evangelio de Marcos señala que el Señor envió a sus discípulos de dos en dos (Mr. 6:7) haciendo así seis equipos misioneros listos para su primera acción solos, sin Jesús dirigiéndoles, aunque en realidad un discípulo del Señor jamás estará solo.

El texto bíblico indica que les dio “poder y autoridad” típica endíadis que los semitas usan con frecuencia en sus alocuciones. (Una endíadis es una figura de dicción que utiliza dos palabras para enfatizar una expresión pero que en realidad dicen lo mismo: luna y sol, mar y tierra, en carne y hueso; en la Escritura vemos muchas endíadis que por desconocer muchos se confunden, la más famosa quizá sea “desordenada y vacía” de Génesis 1, que no da un par de características separadas, sino un énfasis que quiere decir lo mismo). Jesús enviste de autoridad a los que le sirven, puesto que lo que van a enfrentar no solo se suscribe a lo natural y humano, sino también a lo sobrenatural y espiritual. El Señor, al ir a Gadara se enfrentó al endemoniado, pero antes hubo una tormenta de matices no naturales, es allí, que las reglas cambian. Nadie saca demonios ni controla el ambiente de manera normal, en ese mundo el factor que lo antagoniza es sobrenatural. Así, los envía capacitados, les da verdadera y auténtica autoridad, que habrían de ejercer en vivo, de dos en dos, en el campo de batalla y habrían de volver triunfantes.