Señales antes del fin, Mr 13:3-23 (Mt 24:3-28; Lc 21:7-24; 17:22-24) 

Mr 13:12-13 “12 Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán. 13 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”  

Jesús continúo explicando sobre las dificultades que los creyentes habrían de pasar en el futuro; pero ahora se centró en los lazos familiares. Aún en el núcleo de la familia los creyentes sufrirían conflictos, divisiones, traiciones, rechazos y hasta asesinatos por causa del nombre de Jesús. Por la persecución el amor de muchos se enfriaría, provocando que abandonen la fe y el testimonio, especialmente antes de la venida de Cristo. Dejarán la devoción por la palabra de Dios y olvidarán sus valores; por lo cual, el enfriamiento los llevará al materialismo, el orgullo y el egoísmo, de tal manera que preferirán su seguridad y bienestar antes que las demás personas, incluyendo a sus propios padres, hijos o hermanos.

Pero, “el que persevere hasta el fin, éste será salvo”. Jesús agregó en esta parte de su sermón profético una nota de esperanza. Jesús les aseguró que si permanecían fieles a pesar de la persecución ellos lograrían ser victoriosos. Esto, a pesar de las dificultades atravesadas en estos tiempos.

Para Meditar: El creyente que padece persecución por causa de la palabra debe mantenerse firme y perseverante, no olvidando su fe y guardando los fundamentos eternos. Ciertamente, mientras estemos en este mundo, los conflictos personales y las presiones de la vida, incluyendo la persecución y rechazo, serán inevitables en los hijos de Dios. Pero el Señor nos ha dicho que no estamos solos, Cristo está con nosotros y nuestra esperanza en él es verdadera. Su promesa de victoria sigue vigente y al final seremos vencedores. Seamos perseverantes ante un mundo cada vez más conflictivo.