Qué mejor título para el que llamamos Evangelio de Marcos: el evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios; y qué mejor expresión de inicio en la encomiable Obra del escritor Juan Marcos.
Mientras que Mateo comienza con la genealogía de Jesucristo, llamándolo “hijo de David, hijo de Abraham” (Mt 1:1), y Juan lo llama “el Verbo” (Jn 1:1), Marcos lo declara Hijo de Dios.
La frase principio del evangelio sugiere un tiempo cuando “el evangelio” no existía o no se había escuchado de esta manera. Evidentemente las “buenas nuevas” ya se habían predicado en el AT pero no en la forma que Jesús lo haría (Jn 5:46). Jesús afirmó en Mateo que “todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan” (Mt 11:13); ahora en Marcos dice: “el tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado” (Mr 1:15).
La palabra evangelio proviene del término griego “evangelion”, el cual se traduce como las buenas noticias o buenas nuevas. Dicha expresión enmarca el propósito de la venida de Jesús: revelarnos al Padre y su proyecto de salvación eterna a través de su sacrificio en el Calvario.
Jesucristo. Es un nombre compuesto. La primera parte, “Jesús”, el nombre personal del Salvador, viene a ser el vocablo español que se tradujo del griego Ιησούς= Iesous, que en inglés es “Jesus”, sin acento, y casi igual en el francés y en el alemán. En hebreo es Yesua, Yeshua o Yehoshua, que significa “Salvador” o “el Señor es salvación”. La segunda parte, “Cristo”, significa “el ungido” (Is 61:1; Lc 4:16-21), que es el equivalente griego de la palabra hebrea “Meshiah”, y desde luego de Mesías en español.
Hijo de Dios. Esta expresión remarca la relación única de Jesús con el Padre, revelando su deidad y reafirmándolo como el Mesías. Marcos lo repite en 3:11; 5:7; 9:7; 14:61, 62 y 15:39.
Para meditar: Qué diferente tiempo fue aquel cuando no había evangelio, cuando Jesús no se manifestaba a plenitud. En el tiempo que ahora vivimos, el corazón se llena de una inmensa gratitud disfrutándolo.
Nota doctrinal: “…Jesucristo Hijo de Dios”. Marcos adelanta en este versículo dos de los nombres de la divina Trinidad, mencionando al Padre y al Hijo. El Espíritu Santo se menciona en versículos próximos (vv. 9-11), cuando Jesús desciende en el Jordán para bautizarse.
NOTA DOCTRINAL:
lo enseñado por Jesús o los Apóstoles se ha convertido en una doctrina fundamental de Las Asambleas de Dios y las Iglesias Pentecostales.
PARA MEDITAR:
del texto bíblico se deriva una serie de pensamientos que no solo se estudian sino que se aplican a la vida del lector.
TEXTOS CONTROVERSIALES:
el texto o los textos comentados se interpretan de una manera distinta, dentro del mismo campo pentecostal o por otras confesiones evangélicas.
NOTA DE CARÁCTER ETICO:
el texto bíblico se analiza para definir una postura evangélica pentecostal sobre asuntos que enfrenta la iglesia en la vida moderna.
NOTA LITURGICA:
la Escritura proporciona guías espirituales sobre el orden del culto, tanto por lo que concierne a los oficiantes, como la celebración misma.
NOTA SOCIOLOGICA:
el comentario al texto se enriquece con opiniones y estudios socio/económicos de actualidad.
NOTA HISTORICA
:
el comentario al texto es fortalecido con referencia de usos y costumbres de las tierras bíblicas y el mundo circundante.