El ministerio de Jesús atraía grandes multitudes que acudian ante su presencia. Cuando hablamos de multitudes podemos entender que había miles de personas, tan sólo en en la multiplicación de los panes y peces la multitud era como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños (Mt 14:20,21). Así que seguramente una cantidad similar le esperaba junto al mar.