Lo que contamina al hombre, Mr 7:1-23 

Mr 7:8 “Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes”. 

El vocablo “aferráis“, aparece por segunda ocasión, hay un énfasis en ésta palabra; querían controlar a través de su tradición a los hombres, pero no por querer defender la Ley de Dios, sino como una insubordinación a las leyes divinas, a tal grado que inclusive buscaban manipular a Dios. Señala Jesús por algo, a “los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber” pues era tan exagerada su forma de hacerlo que, dependiendo del material que estuvieran hechos los purificaban rompiéndolos o fundiéndolos o de otras maneras. Llegó a tal grado su obsesión por la purificación que ya no distinguían lo que decía la Ley. Estaba empañada su mente.

Para meditar: Es importante que cada creyente mire introspectivamente las intenciones de su corazón, quizá haya una amargura o resentimiento; quizá esté llevando una religión sin sentido, o sus oraciones y adoración no estén llegando a Dios. Posiblemente haya levantado una muralla delante de Dios, al aferrarse a lo acostumbrado en la iglesia para seguir solo rituales en su vida diaria o devocional, sin meditar en el verdadero valor de ser cristianos libres, perdonados de sus pecados. Renovar permanentemente la comunión con Dios y mantener la vida victoriosa que él desea en cada uno de sus hijos.

Nota Doctrinal: Dios, a través de su Espíritu Santo inspiró a hombres para dejar escrita su voluntad (2 P 1:19-21); La Palabra de Dios es diferente a cualquier obra humana y es superior porque fue insuflada “theopneustos” de Dios (2 Ti 3:16) dentro del escritor sagrado y fue llevado “feromenoi” como un viento huracanado por el Espíritu Santo para escribir sin mezcla de error (2 P 1:21). Sin embargo, los judíos le dieron a su tradición oral más peso que a la misma Ley de Dios, siguiendo sus propias liturgias y aferrándose a tal grado que sólo vivían para que se cumpliesen al pie de la letra.