El Señor indicó a sus discípulos que lo siguieran y no les dijo cuándo y en donde terminaría su recorrido aun, debido a que no era el tiempo de su muerte expiatoria, quedaba aún mucho que hacer. Les recordaba a sus incondicionales seguidores (Mathetas) enseñándoles (edidaske) acerca de las profecías acerca de su vida. (Salmo 118: 22; Isaias 53:3). Por segunda vez el Señor habló de su muerte expiatoria (8.33) que rumbo a Jerusalén en el tiempo cumplido el sería mortalmente herido por los líderes religiosos de Israel, hasta morir, pero entonces el poder de Dios le resucitaría victorioso (anastesetai: ponerse en pie después de.).
Nota doctrinal: Las Asambleas de Dios, creemos que el Señor Jesucristo conocía perfectamente la misión a la que había sido enviado por el Padre para el cumplimiento profético de Génesis 3:15. El Señor murió en la cruz para la redención del pecador, en manos de su propio pueblo, pero al tercer día resucitó como primicia de los que mueren redimidos.