A pesar de que los seguidores del Señor le habían estado siguiendo por algún tiempo ya, viendo sus poderosos milagros y escuchando sus enseñanzas, no habían comprendido (egnooum: no percibir) quién era su maestro y sus palabras de vida (rhema), para el hombre pecador. Los seguidores del Señor tenían miedo de profundizar en la enseñanza del maestro, ya que, ellos no habían vivido y escuchado nada parecido.
Para reflexionar: El modelo de Jesús como maestro es perenne.
• El maestro no pierde el tiempo, sabe hacia dónde debe guiar al aprendizaje a sus seguidores
• Siempre es un modelo en la enseñanza
• Tiene paciencia con sus seguidores hasta que llegan a comprender la profundidad del contenido de sus enseñanzas de vida.