Maldición de la higuera estéril, Mt 21:18-22

Mateo 21:18-22 “Por la mañana, volviendo a la ciudad, tuvo hambre. 19Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera. 20Viendo esto los discípulos, decían maravillados: ¿Cómo es que se secó en seguida la higuera? 21 Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho. 22 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”.

Este relato es un símbolo de Israel. La Escritura dice: “como la fruta temprana de la higuera en su principio vi a vuestros padres”. (Os. 9:10), “Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Como a estos higos buenos, así miraré a los transportados de Judá, a los cuales eché de este lugar a la tierra de los caldeos, para bien. (Jer 24:5). Dios plantó y cuidó de su pueblo, pero cuando fue a buscar fruto sólo lo halló frondoso, con muchas hojas de religiosidad, pero nada de fruto. Así como a esta higuera, el juicio vendría pronto.

Para Meditar: Jesús dijo que quien no lleve fruto será cortado. “Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará” (Jn. 15:2). Si la condenación a la higuera se refiere a Israel, el mensaje en Juan es para la iglesia, ya que es posible que en la iglesia también haya apariencia de piedad y se practiquen todos los rituales como asistir al templo, orar, alabar, pero no sinceramente, sino con dejos de hipocresía y una fe vacía. Aparentar servir a Dios, pero no hacerlo de corazón, por eso necesitamos a Jesús en nuestra vida. “El que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” (Jn. 15:5).

Nota Controversial: (1) Sorprendidos los discípulos exclaman “¡Como ha podido ocurrir eso, que una higuera se seque tan rápido!” Y Jesús les responde hablando sobre la necesidad de la fe y de la oración. Estas afirmaciones de Jesús pueden ser controvertidas. Él dice que si tenemos fe y no dudamos, entonces, todo lo que pidamos en oración, creyendo, lo recibiremos. La pregunta es ¿Si oramos y no recibimos se deberá a que no tenemos fe? Se nos dirá entonces que “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”. (Stg. 4:3-4). Pero si oramos por algo que no es para satisfacer esos vanos deseos, como por enfermos, por salvación, y no recibimos lo pedido, ¿también será por falta de fe?

El tema es profundo y ocurre que a veces queremos manipular a Dios para que nos conceda las peticiones de nuestro corazón. Partimos de que “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. (He. 11:1). También nos dice la Escritura “sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” (He. 11:6-7). Es verdad que para Dios todo es posible, por tanto, cualquier cosa que pidamos conforme a la voluntad de Dios será hecho. La clave de la oración eficaz está en una clase de fe que no duda. La duda y la fe son conceptos antagónicos, el que duda es inconstante, como las nubes arrastradas por el viento, y nada puede obtener de Dios.

Nota Controversial: (2) Es verdad lo que Jesús afirma sobre el poder de la oración y la fe, pero debemos entender que la fe no nos ha sido dada para mostrar el poder de la oración, sino para que nuestra fe se materialice conforme a la voluntad de Dios. Los milagros ocurrirán siempre que convengan al plan de Dios, nunca a voluntad del que ora. Jesús recalca nuestra dependencia de la fe porque ésta es el instrumento para que sucedan los milagros.

Para Meditar: Lo que Jesús dijo es sencillo, pero no conviene trivializarlo, en la medida que buscamos conocer a Dios de manera más profunda en oración, meditando en su Palabra, siendo sensibles a la voz del Espíritu Santo, permitiendo que nos guíe, y purifique nuestros deseos, podemos tener la certeza de que siempre pediremos conforme a la voluntad de Dios y que seremos escuchados.