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Los judíos rechazan a Jesús, Jn 10:22-42
Jn 10:26-30 “pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. 27Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. 30Yo y el Padre uno somos.”
Palabras que daban confianza a los seguidores de Jesús, 1) las conozco y me siguen. 2) les doy vida eterna y no perecerán jamás. 3) nadie las arrebatará de mi mano. 4) mi padre me las dio, es mayor que todos y 5) nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Cinco razones muy importantes para que cada oveja deseara pertenecer al redil del buen pastor.
Nota Doctrinal: “Yo y el Padre uno somos” esta declaración es una base fuerte en la doctrina de la divinidad de Cristo en la cual creen los cristianos pentecostales, personas diferentes, pero en esencia y en naturaleza uno solo, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo como una unidad en la diversidad y una diversidad en la unidad, el famoso misterio de la trinidad, buscado e investigado por los filósofos de todos los tiempos, pero enseñado y asumido por la cristiandad de todas las edades.
