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La resurrección, Jn 20:1-10.

Jn 20:8-10 “Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó. Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos. Y volvieron los discípulos a los suyos".

Es normal que una vez que Pedro entró, Juan animado por esa acción, se introdujo después de él. Parecía que estaban en una carrera para ver quién se adelantaba al otro. Juan se adelantó en el camino, pero Pedro entró al sepulcro primero; ahora Juan se adelantó con su fe, pues dice que una vez que entró vio, y creyó, aventajando así a su compañero de nuevo. El apóstol mayor tendría su oportunidad de seguir creciendo días más adelante al tener su tiempo personal con Jesús (Jn 21:15-19).

Es curioso notar que creyó, para inmediatamente después señalar que no habían entendido. Aunque es de esperar que la fe tenga un fundamento en la Palabra, sin duda hay verdades que a veces no se alcanzan a entender del todo, aunque las pruebas innegables estén delante del creyente. La actitud de Juan es la que todos deben tener. Creer, aunque no se entienda lo que se ve. Creer porque está en la Escritura y a su tiempo se comprenderá lo que quizá ahora es velado al hijo de Dios.

Nota al texto: No hay muchos pasajes en las Escrituras del Antiguo Testamento que profeticen sobre la resurrección del Mesías, pero una vez entendidas las palabras de Jesús (de donde se sostiene más firmemente la doctrina de la resurrección), e ir en seguida hacia esas Escrituras Veterotestamentarias, es posible vislumbrar ese mensaje implícito en porciones como Salmos 16:10 e Isaías 53:10-12.