La generación perversa demanda señal, Lc 11:29-32  

Lc 11:29-30 “Y apiñándose las multitudes, comenzó a decir: Esta generación es mala; demanda señal, pero señal no le será dada, sino la señal de Jonás. Porque así como Jonás fue señal a los ninivitas, también lo será el Hijo del Hombre a esta generación".

Sólo Lucas usa la expresión “apiñándose” para describir como la gente se juntaban unos a otros para oír a Jesús. La generación, en palabras del Maestro, era “perversa”, pedía señales, quería muestras del mesiazgo del Señor. La señal que Cristo tenía reservada sería la más grande de todas, la señal de Jonás: su resurrección.

Nota doctrinal: algunos dudan y niegan que a Jonás se lo haya tragado un pez en el mar mediterráneo, que estuvo dentro de él durante tres días y sobrevivió a la experiencia. El evento de Jonás sucedió literalmente y Jesús, el Hijo del Dios eterno, lo afirmó. Así como el profeta fue señal a los ninivitas, Jesús era señal a su generación que escuchó el mensaje de sus labios y serían testigos de su resurrección.