Palabras que a todo creyente dan la confianza para vivir sin preocupaciones, pues nuestro Padre Celestial ya ha suplido toda necesidad. Lo valioso es no perder el blanco, sino seguir adelante sin mirar atrás, asegurar la salvación, buscar el reino de Dios, pues lo demás viene por añadidura.
Para no tener duda Jesús hace hincapié: nuestro Padre Celestial sabe lo que realmente necesitamos, y nos lo habrá de suplir. (Flp 3:19)