Un ciego de Jericó recibe la vista, Lc 18:35-43

Lc 18:40-41“Jesús entonces, deteniéndose, mandó a traerle a su presencia; y cuando llegó le preguntó, diciendo: ¿Qué quieres que te haga? Y él le dijo: Señor, que reciba la vista".

La insistencia de este hombre hizo que su fe creciera y que Jesús se detuviera. Con el amor que siempre caracterizó al maestro, sin sentir enfado por sus gritos, mandó a traerle a su presencia. Marcos amplia los detalles explicando que le llamaron y le dijeron “Ten confianza, te llama”. Esta frase hace que su fe se vea más fortalecida. Aun los pobres y ciegos son invitados por Jesús a acercarse a él. No por lo que pueda recibir de ellos, sino lo que él tiene para cada persona. Y el ciego se levantó y vino a Jesús, dejando todo atrás.

¿Por qué le preguntó: Qué quieres que te haga? Jesús conoce la necesidad del hombre, pero es necesario que éste le pida lo que necesita, y que muestre su confianza en que el milagro va a suceder. Al igual que al ciego, a Salomón le preguntó ¿Qué quieres que yo te dé? (1 R 3:5-15). La respuesta: Señor que reciba la vista, fue la declaración de lo que esperaba recibir, la fe accionó para que el milagro ocurriera.

“Que reciba la vista” del griego anableto, palabra que se traduce como: alzar la vista, recobrar la vista, contemplar. La palabra usada por Mateo 20:33 es: anoichtosin hemon ophthalmoi que se traduce como “abras nuestros ojos” (de oftalmoi, viene oftalmólogo). Marcos 10:51 también utiliza la palabra griega . Anableto, aunque en el evangelio de Lucas la versión RVR60 ha traducido “que reciba la vista,. Luego entonces, la sanidad hace referencia a la necesidad de recuperar algo que había perdido, ya sea que la había tenido y perdido o que era ciego de nacimiento. En el caso de ser dos ciegos, como dice Mateo, bien podría ser que cada uno tenía un grado distinto de ceguera.