Un ciego de Jericó recibe la vista, Lc 18:35-43

Lc 18:42-43“Jesús le dijo: recíbela, tu fe te ha salvado. Y luego vio, y le seguía, glorificando a Dios; y todo el pueblo, cuando vio aquello, dio alabanza a Dios".

Hermosas palabras que siguen vigentes el día de hoy, así como al instante este ciego recibió la vista, todo aquel que clama a Dios puede recibir no sólo la sanidad, sino también la vista espiritual, es decir la salvación de su alma. (Sal 33:9; 107:20; Jr 33:3; Mt 15:28; Lc 7:50; 17:19).

El milagro no se hizo esperar y tampoco el agradecimiento de este hombre que se unió a los peregrinos que iban con Jesús, y con la misma fuerza que antes clamaba por misericordia, ahora va con él glorificando a Dios de manera que todo el que iba con ellos al ver este hecho portentoso, se unió en alabanza al Todopoderoso.

Para meditar: El cristiano que se acerca con fe a Cristo obtendrá la respuesta; y aunque se presenten obstáculos que quieran desviar su mirada, Jesús con voz tierna dirá: acércate, ¿Qué quieres que te haga? Él ya conoce la necesidad, sólo necesita percibir la misma fe del ciego para accionar el poder de Dios.

Bibliografía A.D., D. B. (s.f.). Diccionario Biblico A.D. Obtenido dewww.nacionsanta.com Andrade, C. (2002). Diccionario Teólogico: Con un Suplemento Biográfico de los Grandes Teólogos y Pensadores. Patmos.