Nacimiento de Juan el Bautista, Lc 1:57-66  

Lc 1:64-66 “Al momento fue abierta su boca y suelta su lengua, y habló bendiciendo a Dios. Y se llenaron de temor todos sus vecinos; y en todas las montañas de Judea se divulgaron todas estas cosas. Y todos los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo: ¿Quién, pues, será este niño? Y la mano del Señor estaba con él”. 

Un niño singular con su circuncisión, su padre recupera el habla, un milagro que no se podía ocultar, vio cumplida la profecía dicha por el ángel. Pablo Hoff menciona “La incredulidad produce labios mudos: pero la fe los abre”. Ocho días de haber nacido el bebé y Zacarías sin poder hablar. Más de nueve meses mudo. Lucas tal vez recopiló esta información con la gente de la montaña, porque dice que allá se divulgaron estas cosas. Y la gente las guardaba en su corazón porque la mano del Señor estaba con este niño, ¿cuál sería su ministerio?

Para Meditar: La obediencia a Dios lleva al cristiano a obtener las bendiciones profetizadas, María obedeció y fue llamada bienaventurada, Zacarías hubiera podido cambiar de nombre a su hijo, pero cuando obedeció recuperó el oído y el habla. En ocasiones perdemos las bendiciones porque cuando el milagro está a medias damos la media vuelta y volvemos a la vida pasada.