LUCAS CAPÍTULO 20

La autoridad de Jesús, Lc 20:1-8

Lc 20:1-2“Sucedió un día, que enseñando Jesús al pueblo en el templo, y anunciando el evangelio, llegaron los principales sacerdotes y los escribas, con los ancianos, diciendo: Dinos: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿o quién es el que te ha dado esta autoridad?".

Luego de realizar por segunda vez la purificación del templo, Jesús es cuestionado por los líderes religiosos en cuanto a la autoridad para hacerlo. Esta es la primera controversia que enfrÍenta Jesús contra sus oponentes con la cual da inicio a una serie de diálogos entre ellos. El método usado en estas controversias consistía en plantear una interrogante la cual era respondida con otra pregunta con el fin de demostrar el error e inconsistencia del oponente.

Los interlocutores de Jesús en estas controversias, de acuerdo a Lucas y los otros evangelios, son los principales sacerdotes y escribas (v. 1, 19, 39), los fariseos y herodianos (Mr 12:13) y los saduceos (v. 27). Lucas también menciona algunos “espías” enviados por los gobernantes (v. 20) y a los “ricos” que daban sus ofrendas en el templo (21:1).

En cada uno de los diálogos, se demuestra la inconsistencia y los errores teológicos de los líderes del pueblo como se observará en los siguientes episodios.

La primera pregunta planteada al Señor Jesús era ¿Con qué autoridad haces estas cosas? Los oponentes querían saber con qué clase o esfera de autoridad Jesús purificó el templo, es decir, si lo hacía como sacerdote, escriba, profeta, rabí o con cuál, porque ninguno de ellos le había conferido dicha autoridad. Debido a esto también le preguntaron ¿Quién es el que te ha dado esta autoridad? El Sanedrín, como Consejo Supremo de los judíos en materia de autoridad no le había dado tales atributos y por lo tanto, desconocían su origen.

La autoridad de Jesús tenía origen divino. Sólo él pudo exclamar: “Toda potestad (Gr. Exousía, autoridad) me es dada en el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18). En este mismo capítulo de Lucas él manifiesta su autoridad al disertar sobre temas religiosos (v.2), en asuntos civiles (v. 22), y en cuestiones domésticas (v. 33).

Nota exegética: La expresión “me es dada”, usada en Mateo 28:18, está en voz pasiva. Cuando se emplea esta expresión en el Nuevo Testamento, generalmente el sujeto es Dios el Padre (ver en Ap. 6:2). Los exégetas le llaman “pasivo divino”.