El gran mandamiento, Mr 12:28-34 

Mr 12:33 “y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios.”  

Nota doctrinal: La afirmación de amar a Dios era repetida cada día, dos veces, sin ningún problema. Pero la indicación de obedecer lo que estaba escrito en Levítico 19:18, dicho por el mismo Padre celestial a Moisés: “amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová; es una aportación del Hijo, el Señor Jesucristo, para ponerla como un mandamiento rector en el reino espiritual que estaba iniciando.

El respetuoso escriba entendió lo trascendental de la declaración de Jesús, y no solo la repitió, sino que la puso por encima de lo que era más caro a la mentalidad judía: los holocaustos y los sacrificios. Maravillosa doctrina para la iglesia futura, se estableció esa última trascendental semana en la vida terrena de Jesús. El culto del templo era ya irrelevante para cumplir las demandas divinas.