Jesús sana a un leproso, Mr 1:40-45
(Mt 8:1-4; Lc 5:12-16) 

Mr 1:44 “Y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino vé, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos”. 

El libro de Levítico dedica dos largos capítulos a hablar de la lepra (13 y 14). El texto brinda amplios detalles de lo que debían hacer los sacerdotes con un leproso, desde considerarlo sospechoso de la enfermedad, para luego declararlo inmundo si presentara todos los síntomas de la lepra (teniendo que repetir el infeliz enfermo, vestido de harapos, con su rostro semicubierto, la siguiente frase: !Inmundo!, !Inmundo!, cuando alguien se acercara, pues vivía fuera del campamento) y finalmente declararlo limpio, efectuando una larga ceremonia que incluía avecillas, corderos y holocaustos. Hoy en día en 121 países se registran unos 200 000 casos nuevos cada año. En la India se presentan la mitad de ellos, seguida por Brasil e Indonesia. La milenaria estigmatización de la enfermedad, sigue siendo un obstáculo para que, quien la padezca pida ayuda, olvidando que la Organización Mundial de la Salud (OMS) proporciona gratuitamente las medicinas. Con todo cerca de 3 millones viven discapacitados permanentemente. (Wikipedia, artículo sobre la lepra, 1 Sept, 2016).