La blasfemia contra el Espíritu Santo, Mr 3:20-30

(Mt 12.22-32; Lc 11.14-23) 

Mr 3:28-30 “De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean; pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno. Porque ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo”. 

La blasfemia. Atribuir el poder libertador de Jesús a Satanás es negar la presencia y obra del Espíritu Santo.

Esperanza y peligro. Jesús da esperanza al declarar que todos los pecados serán perdonados. Que bella declaración, hay brazos abiertos al pecador.

Pero aquí Jesús da una advertencia seria, no hay perdón para el que niega y blasfeme en contra del Espíritu Santo. La razón para clasificar este pecado como imperdonable es la función específica del Espíritu Santo a favor del hombre de redargüirlo de pecado, pero al alejar al Espíritu por medio de esta blasfemia, su oficio se ve impedido y por tanto resulta imposible alcanzar el arrepentimiento para perdón (Jn 16:7-14).

Para meditar: Apresurarnos para hablar es peligroso, Dios desea que nuestras palabras estén llenas de gracia y verdad. En el caso de los escribas su pronta lengua los llevó a recibir una advertencia seria de parte de Jesús. Cuidemos nuestro hablar.