La fe de la mujer sirofenicia, Mr 7:24-30 

Mr 7:27 “Pero Jesús le dijo: Deja primero que se sacien los hijos, porque no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos”.

La expresión “hijos” describe al pueblo de Israel. Génesis 46:8 muestra que eran los hijos de la promesa y que Dios hizo a los hijos de Abraham, Isaac y Jacob, su pueblo. Isaías Cap.1:2,3 enseña que Jehová los crío y los llamó hijos. Así, Jesús se da a la tarea de explicar “porque no está bien tomar el pan de los hijos”, pues es derecho inalienable del pueblo de Israel recibir los beneficios de la venida del Mesías.

La frase “los perrillos” personifica a los gentiles, y aunque parecía que Jesús la estaba menospreciando, el sentido real es que le estaba dando una esperanza. Jesús quería llevar primeramente el reino de Dios a su pueblo Israel, pero los gentiles estaban dentro de sus planes según Isaías 49:6.

Nota doctrinal: Es de suma importancia detectar en este versículo la intención que conlleva la frase de Jesús, Israel es el pueblo de Dios. Hay algunas doctrinas que señalan a Israel como desechado por Dios, pero aquí se muestra que a ellos les corresponden las primicias, pues eran y son el pueblo especial de Dios. Debido a que ellos desecharon al Hijo de Dios, nosotros somos injertados en ese pueblo, somos adoptados por Dios y ahora venimos a ser parte de un pueblo especial llamado Iglesia (Jn 1:12).