Una vez contestada la petición de la mujer sirofenicia, “vino por Sidón al mar de Galilea” al lado Este del mar de Galilea, haciendo un viaje largo “pasando por la región de Decápolis”. Él ya había estado en ese territorio, pero en aquella ocasión fue expulsado de esa zona por los lugareños de Gadara (perteneciente a Decápolis) por haber sacado el demonio del gadareno (Mr 5:20).