LBC Menú
Capítulos:
Ésta es otra bella doxología, semejante a las de Pablo, al final de toda la enseñanza, porque deja en claro que independientemente de las circunstancias a las que se enfrente el hombre, el Señor Jesucristo debe ser glorificado y exaltado porque a Él pertenecen la gloria y el imperio por toda la eternidad. Terminando con un “Así sea”.
Una vida sin alabanza, es una vida vacía. Se convierte en una vida sin propósito. Es por lo que los hijos renacidos del Dios vivo, deben alabarle siguiendo los lineamientos del Espíritu Santo. Efesios 5:19,20 invita a estar permanentemente: “hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones, dando siempre gracias al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”