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Casi todas las cartas de Pablo, excepto Gálatas, en su introducción comienzan agradeciendo a Dios por algo. Aquí: —“Doy gracias a mi Dios, haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones”. La vida de Filemón era tan de buen testimonio, que motivaba a Pablo dar gracias a Dios por sus acciones a favor de otros.
Pablo especifica el porqué de su acción de gracias: —“Porque oigo del amor, y fe que tienes hacia el Señor Jesús, y para con todos los santos”. El Apóstol escuchaba continuamente buenas cosas de Filemón, de cómo andaba en amor y fe para con el Señor Jesús y para con todos los hermanos. Se puntualiza que era un genuino discípulo del Señor (Juan 13:35) porque lo demostraba no solamente con palabras sino con acciones. (Ro 13:1-7), y la fe como una muestra de su fidelidad al Señor. Estos dos pilares fundamentales del cristianismo los vivía el receptor de esta carta de Pablo.
Ojalá se pueda seguir el ejemplo de Filemón, quien era motivo de agradecimiento a Dios. Una buena pregunta sería: ¿Por cuántos hermanos en Cristo, se prorrumpe en alabanzas de agradecimiento a Dios? Se espera que por muchos creyentes. Él tenía un amor profundo por sus hermanos, ese amor lo llevaba a demostrarlo con sus acciones. Filemón desarrollaba una fe eficaz en Cristo, confortaba los corazones, y llenaba para bien, las emociones de los demás.
La oración de Pablo para Filemón era que la fe de él fuera ejemplo para los demás. Para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo bien que está en vosotros por Cristo Jesús. Conforme Filemón comprendía lo que tenía en Cristo su fe sería más eficaz, de bendición para otros y así hacer toda buena obra a los demás, incluido su esclavo Onésimo (vv. 17,18).
El testimonio de Filemón ocasionó gran gozo y consolación, fue de motivación y estímulo para sus hermanos en Colosas y para el mismo Pablo que se encontraba en prisión “porque por ti, oh hermano han sido confortados los corazones de los santos”. El Apóstol manda a reconocer en la iglesia de Corinto a tales personas que como Filemón confortan los corazones de los creyentes (1 Co 16:18). Confortado (gr.anapepautai) es la misma palabra usada por Cristo en Mateo 11: 28. “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargado y yo os haré descansar”
