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EL AUTOR: Tradicionalmente se atribuye su autoría al Apóstol Juan.
FECHA: La carta fue escrita entre los años 85 al 95 d.C. y se percibe como la Carta más personal del Apóstol.
DESTINATARIO: Mientras que 1 Juan es una carta dirigida a todos los creyentes (hoy se le llama Epístola General o Universal, junto a Santiago, 1 y 2 de Pedro, 2 y 3 de Juan, más Judas. Es decir 7 Epístolas), 3 de Juan es dirigida a una persona: “Gayo, el amado”, así como la Epístola a Filemón, fue dirigida por Pablo a una persona:“el amado Filemón”.
Parece ser que Gayo, era un nombre muy común en aquellos tiempos. Léanse Hechos 19:29; 20:4; Romanos 16: 23 y 1 Corintios 1:14.
MOTIVO DE LA CARTA: Cuando el Anciano escribió la carta, nuevos líderes locales estaban surgiendo en cada iglesia. Algunos de ellos estaban manifestando conductas anticristianas, como el de prohibir recibir la visita de predicadores que llegaban de otros lugares, y aun de columnas espirituales de la iglesia, como el mismo apóstol Juan (1:9). Así también de predicadores itinerantes que hacían visitas para confirmar la fe de los creyentes en las congregaciones locales (1:10).
A pesar de los conflictos que enfrentaba esta iglesia, surgían líderes como el Hno. Gayo, quien fue alcanzado o discipulado por el Apóstol, a quien de paso, pone como un ejemplo para todos los que lean esta Epístola, de lo que debe ser un buen directivo. (1:3-6). Por contraste en la misma congregación aparece Diótrefes, como un ejemplo también, para todas las generaciones, de un líder negativo, que esgrime valores anticristianos y que es reprobado por el Apóstol.
Por el sentido de la carta, el Anciano, estaba muy familiarizado con la iglesia del lugar, pues Gayo es mencionado por el Anciano como hijo, esta particularidad solo puede definir a Gayo como un creyente que fue alcanzado o discipulado por el mismo Anciano. El que el Anciano mencione también los nombres de Diótrefes y de Demetrio, indica que tenía pleno conocimiento de la ética de los miembros de la iglesia en aquel lugar.
TEMA PRINCIPAL, EN CONTRASTE CON SEGUNDA DE JUAN:
TRES PROPÓSITOS PRINCIPALES EN LA EPÍSTOLA:
¿Cuántos Diótrefes asisten a nuestras iglesias hoy en día? Son personas con algún cargo, normalmente diáconos o ujieres, que se extralimitan en sus funciones y cuando permanecen en sus puestos por muchos años, llegan a tener más autoridad que el pastor y aun son temidos por los creyentes más débiles, especialmente cuando los pastores son jóvenes o recién electos. Se hacen más fuertes y dominantes, convirtiéndose como suele decirse, en contrapastores. A ellos les vendría bien leer esta Carta Juanina.
Bosquejo