El vocablo “papel” se refiere aquí al papiro donde escribían sus documentos. una planta parecida a la caña que principalmente se hallaba en Egipto. La pluma, básicamente era una caña afilada por uno de sus extremos. Y en el caso de la tinta, era un compuesto de carbón, goma vegetal y agua.

El apóstol Juan envió esta carta como un recurso inmediato para atender la problemática que amenazaba a la iglesia; es decir, los falsos maestros que intentaban infiltrarse en las casas de los hermanos para propagar sus herejías.

La palabra escrita por los apóstoles y posteriores dirigentes tenía suficiente autoridad, y era considerada como un sustituto de la presencia de una persona. Los escritores concluían, muchas veces, sus cartas, con la promesa de discutir posteriormente diversos asuntos cara a cara. Esta claro en esta carta el deseo ferviente del Apóstol Juan por convivir con ellos. No solo deseaba recibir noticias, sino también anhelaba verlos en persona.

La frase “los hijos de tu hermana” son probablemente miembros de alguna otra iglesia muy conocida por ellos.

Aquí el apóstol Juan, como uno de los últimos apóstoles del Señor Jesús, cumplió con la responsabilidad de cuidar y mantener a la iglesia protegida de todo aquello que intentaba perjudicarla. Recordemos que el Señor Jesús cuando estuvo con sus discípulos les había dicho que nada destruiría a su iglesia: “y la puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mt 16: 18). Cuidar la doctrina y las normas de conducta es una buena forma de evitar su deterioro.