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Después de las declaraciones concernientes a ese mal líder, el Apóstol aprovechó las circunstancias para instruir acerca de un valioso principio sobre el buen comportamiento. “No imitéis lo malo, sino lo bueno”. La instrucción inicialmente estaba dirigida a Gayo, y desde luego, por extensión a todos los creyentes. Así que Gayo debía seguir los buenos ejemplos producidos por creyentes de buen testimonio y que reflejaban a través de sus acciones los valores divinos.
Después de las declaraciones concernientes a ese mal líder, el Apóstol aprovechó las circunstancias para instruir acerca de un valioso principio sobre el buen comportamiento. “No imitéis lo malo, sino lo bueno”. La instrucción inicialmente estaba dirigida a Gayo, y desde luego, por extensión a todos los creyentes. Así que Gayo debía seguir los buenos ejemplos producidos por creyentes de buen testimonio y que reflejaban a través de sus acciones los valores divinos.
La declaración: “el que hace lo bueno es de Dios” refleja el carácter de una persona que realmente fue transformada por Dios, y que pertenece a su reino (1 Jn 4:4; 5:19). Por otro lado: “el que hace lo malo, no ha visto a Dios” puede representar a dos tipos de personas: a.-Los que no han tenido un encuentro con Dios y por lo tanto no están controladas por el Espíritu Santo (1 Jn. 3:8). b.-Tristemente, también a los que son cristianos pero niegan con sus obras la buena conducta que se espera de los redimidos (1 Juan 3:9-11)
El ejemplar caso de Demetrio: posible portador de la carta, que vivía en el mismo espíritu del hermano Gayo, a quien va dirigida esta tercer Carta. Al final de la Carta se añade la figura de Demetrio, un nombre común en el imperio romano (Hch 19:24) al igual que el de Gayo, de quien se dicen tres cosas positivas:
• Tenía una reputación excepcional. Era elogiado por todos: Todos dan testimonio de Demetrio.
• La verdad misma lo apoyaba. Practicaba en su vida la verdad de la Palabra de Dios. Era un modelo excelente de imitar.
• Juan lo recomendaba, “y también nosotros damos testimonio, y vosotros sabéis que nuestro testimonio es verdadero”.