EPÍSTOLA A TITO CAPÍTULO 2

El cuarto grupo al cual escribe es a aquellos que no gozan de una libertad plena, es decir aquellos que por causas externas fueron hechos esclavos; dichos hombres gozaban de una libertad cuando conocían a Jesús, como su salvador personal, ya no rompiendo las cadenas de la esclavitud, sino quitando la condenación de sus almas, a ellos es que hace 4 solicitudes, de las cuales dos son positivas; y en dos de ellas busca prever el que les llegue un castigo.

Por su parte lo primero que insta es a que “se sujeten a sus amos”, esta acción es una de las más difíciles, puesto que involucraría el amarles a pesar de los tormentos que les hayan hecho pasar, es natural que el cristianismo del Primer siglo sea el más relevante pues comprometía al individuo a ser alguien más eficaz; así mismo “que agraden en todo”, esto también representaba una dificultad, pues requería que ellos se esforzaran por realizar sus actividades, para que de entre todos, los esclavos cristianos se distinguieran por ser diferentes, trabajan mejor, de mejor ánimo, cumpliendo siempre con los objetivos.

La segunda parte insta a los aspectos negativos comenzando con “no sean respondones” esta expresión llena el corazón de los amos, puesto que le quita la osadía a los hombres y mujeres redimidos que abusaban de la piedad de sus amos, todo creyente debe de dejar de responder y poner en vergüenza a los hombres que son su superiores, y además añade “no defraudadores” esta característica denota que entre los cristianos, solían traicionar a sus amos abusando del carisma que se le otorgo, tener buenos amos, les daba la oportunidad de estafarlos y hacerse de ganancia deshonesta.

Concluye la cuarta parte hablando de la fidelidad de los esclavos, y como esta repercutiría directamente en el testimonio que la iglesia tiene que mostrar. Si bien es cierto, el ser esclavo no era algo sencillo, pero le brindaba la oportunidad de exaltar la practica cristiana.