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2TIMOTEO CAPÍTULO 1

Testificando de Cristo 1:3-18
1:15-18 “Ya sabes esto, que me abandonaron todos los que están en Asia, de los cuales son Figelo y Hermógenes. 16Tenga el Señor misericordia de la casa de Onesíforo, porque muchas veces me confortó, y no se avergonzó de mis cadenas, 17sino que cuando estuvo en Roma, me buscó solícitamente y me halló. 18Concédale el Señor que halle misericordia cerca del Señor en aquel día. Y cuánto nos ayudó en Éfeso, tú lo sabes mejor”.


Ahora se puede entender la insistencia del apóstol de que Timoteo no se avergüence de él, ya que era conocido por el discípulo este asunto; que me abandonaron todos los que están en Asia.

Nota histórico-geográfica: Asia, era la provincia romana que abarcaba lo que ahora se llama Asia Menor (Turquía). Éfeso era La capital. En esta provincia se realizó el primer viaje misionero de Pablo acompañado de Bernabé, cuando evangelizaron en las ciudades de Antioquía (de Pisidia), Iconio, Listra y Derbe (Hechos 13 y 14). Aún en Perge (de Panfilia), cuando ya iban de regreso (Hch 14:25), felices de haber predicado a Cristo en esos contornos. En el segundo viaje, Pablo acompañado ahora de Silas (Hch 15:40-16:5) pasaron por Siria y Cilicia, continuando hasta Derbe y Listra, en donde levantaron al joven, que llegaría a ser un ilustre líder de la iglesia: Timoteo. Al final del segundo viaje, acompañado ahora de Aquila y Priscila, inició sus importantes contactos evangelísticos con Éfeso (Hechos 18:18-20), dejando a esa industriosa y diligente pareja a cargo de los primeros convertidos.

Hechos capítulo 19, narra el principio del tercer viaje de Pablo, teniendo como cúspide el gran avivamiento que se dio en Éfeso, en donde permaneció más de dos años, luego de recorrer Macedonia confirmando a los creyentes de las muchas iglesias surgidas. Es muy posible que allí dejó a Timoteo (Hch 20:4), en donde se mencionan a otros hermanos, todos los que están en Asia, que posiblemente lo abandonaron. Destaca tan solo a Figelo y Hermógenes. Quienes pasan deshonrosamente a la historia.

Queda claro que Pablo no los acusa de haber abandonado al Señor, ni el evangelio, sino, más bien, a él. La palabra traducida aquí como abandonaron es apostrophomai, que tiene la connotación de alguien que niega ayuda. Se puede pensar que al estar preso en Roma y en espera de la audiencia de defensa, hubiera invitado a algunos de los hermanos de Asia a dar testimonio acerca de su proceder en el evangelio, y que aquellos se sintieron vulnerables y se alejaron. Aunque es consciente que la ayuda le ha sido negada a su persona, se puede notar su enojo, en la expresión hiperbólica: todos los que están en Asia, y que quizá puede referirse a todos aquellos a los que les pidió ayuda y que tal vez estaban en condiciones de auxiliarlo y no lo hicieron; destacando dos personas de los que no se sabe nada, excepto sus nombres, Figelo y Hermógenes.


Para Meditar

Cuántas veces hemos deseado que se hubiesen mencionado en los Evangelios y en las cartas del NT, los nombres de tantos personajes que realizaron labores destacadas en bien de la Obra del Señor. Pero el Espíritu Santo los dejó para ser mencionados ante el bimá de Cristo, en el tiempo de las grandes premiaciones (2 Corintios 5:10).

Hay ejemplos de lo que no se debe hacer, como fue la acción de Figelo y Hermógenes, pero también hay ejemplos dignos de imitar y honrar, como fue el de Onesíforo, el cual se hizo digno de que Dios tuviera misericordia de él junto con su familia y que se mencionara honrosamente, porque muchas veces me confortó, y no se avergonzó de mis cadenas, lo que refleja la preocupación y solicitud de éste por el Apóstol, al grado de no abandonarlo, sino que cuando estuvo en Roma, me buscó solícitamente y me halló. Al parecer en aquella ocasión que Onesíforo visitó Roma, Pablo se encontraba encarcelado, lo que hizo difícil encontrarlo, ante lo cual no paró hasta hallarlo, lo cual resultó en incomparable ánimo para el Apóstol. Nuevamente, quizá por la enorme gratitud hacia Onesíforo, Pablo vuelve a expresar su deseo: concédale el Señor que halle misericordia cerca del Señor en aquel día, y que Dios le conceda alcanzar galardones especiales ante el tribunal de Cristo en el día que comparezcamos ante Él (2Co 5:10). Por último Pablo le recuerda a Timoteo cuánto nos ayudó en Éfeso, tú lo sabes mejor, evidenciando la trayectoria de Onesíforo en el ministerio.



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