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Nota importante: En muchas ocasiones se le dice a los creyentes que enfrenten al enemigo y que aún huirá de ellos y es cierto. Usamos textos como “resistid al diablo y huirá de vosotros” (Stg 4:7), que tiene mucha fuerza, porque tratamos de cumplir con lo primero” “someteos, pues a Dios y...” Pero al tratar de vencer las pasiones juveniles, una manera muy noble de como llama el Apóstol: al sexo ilícito, a la fornicación, al adulterio y a toda clase de bajezas o inmundicias (Ef 5:3). Ante este peligroso enemigo, Pablo le dice a Timoteo, tajantemente: ¡Huye!
Ha de decirse que el apóstol exhortaba a Timoteo a evitar, a correr para escapar, de los impulsos o pasiones juveniles, (literalmente, de los jóvenes). La comparación alude al hecho de que en la juventud se suele dar rienda a los instintos humanos, a veces incontroladamente. Se esperaría que Timoteo reaccionaría con una mente madura, con una vida que expresara el fruto del Espíritu. Para ello, Pablo ofrece cuatros recursos o virtudes espirituales:
• la justicia, el deseo de actuar bajo los estándares divinos y no según sus propios deseos.
• la fe, la cual le brindaría firmeza para no ceder sino bajo sus propias convicciones.
• el amor, lo que le motivaría a tomar decisiones correctas, así como Cristo.
• la paz, la cual le proporcionaría la calma interna ante la aflicción.
Estas cualidades se reflejarían en la medida que su corazón limpio, busque la santificación y la comunión. El Apóstol también le advierte de situaciones en las que es mejor no involucrarse, porque solamente se provocan disputas y debates interminables.
