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El ángel más importante de Dios quien tiene el deber especial de vigilar a Israel (Dn 10:13,21;12:1) y encabezar el ejército de los ángeles santos (Ap 12:7). Deuteronomio relata que Moisés murió en en el Monte Nebo en Moab sin haber entrado a la Tierra Prometida y fue enterrado en un lugar desconocido (Dt 34:5,6). Quizá esta lucha se dio cuando Miguel quiso impedir que el enemigo usara la tumba como un lugar de adoración, lo cual hubiera provocado que Israel se hiciera idólatra. Dios envió a Miguel para asegurarse que el cuerpo de Moisés fuera sepultado. Tan solo le dijo: “El Señor te reprenda” (La Biblia de Estudio MacArthur, menciona que este comentario se encuentra en el libro apócrifo “La Asunción de Moisés” (Pg. 1841).
proferir juicio de maldición. Miguel cedió la causa al poder último y soberano de Dios, conforme al ejemplo del ángel del Señor (Zacarías 3:2), que evidentemente era Jesús, manifestado en el A.T. Esta es una fuerte ilustración de cómo los creyentes deben tratar al maligno y los demonios, tener cuidado al dirigirse a ellos, clamando siempre por la protección divina. Dios peleará por los suyos cuando sabiamente perseveran en la oración. (Dn 10:13,21;12:1; Zac 3:2; Lc 18:1-8; Ef 6:11,12,18; Ap 12:7-11).
Nota importante: Es muy recomendable leer en la Biblia de Estudio Pentecostal (actualmente Vida Plena) el comentario de 1 Pedro 5:8 sobre “vuestro adversario el diablo” que cita lo dicho en Apocalipsis 12:11 “ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero” y también leer el comentario a 1 Juan 5:19 sobre lo que se entiende de que “el mundo entero está bajo el maligno”. Razón fundamental por la que Cristo vino a morir (Juan 3:16) y a reconciliar el mundo con Dios (2 Co 5:18,19). Recordando que un día se cumplirá lo dicho en Apocalipsis 19 y 20; cuando entonces se dirá: “los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo, y Él reinará por los siglos de los siglos” (Ap 11:15).