Juan, como se cree, era el apóstol y anciano mayor (Presbítero) de la iglesia de Efeso. Eso explica su conocimiento de creyentes en iglesias vecinas, como el caso de Gayo, el hermano al que le dirigió su tercera carta, (3 Juan: 1) quien pudiera haber sido un dirigente de la iglesia de Pérgamo (Manual Bíblico Ilustrado Pg. 643).

El Apóstol esta vez se dirigió a quien el llamó “la Señora elegida, y sus hijos”. Existen dos opiniones, sobre quien es la “señora elegida”:
• Una mujer piadosa llamada kiria (en griego “señora) y su familia.
• “La iglesia y sus miembros”. Una manera figurada de decirlo (cf. 1P 5:13).

“yo amo en la verdad”, es una invitación a amar en dos esferas:
* Amar la verdad bíblica, defendiendo la doctrina correcta, con un celo que sobrepase los afectos personales.
* Amar a los demás, poniendo la amistad y la unidad por encima de la verdad y de los mandamientos de Dios.
Se debe evitar caer en los extremos y buscar siempre un correcto equilibrio. Expresar la verdad con amor (Ef 4:15 cf. 1 Co 13:6)

Una de las principales preocupaciones del apóstol Juan, fue lo relacionado con los falsos maestros y profetas itinerantes que viajaban y andaban por las ciudades enseñando doctrinas en contra de la encarnación de Jesucristo. Lo preocupante también era que los hermanos los recibían en sus casas y también en las iglesias, y así estos aprovechaban la ocasión para seducirlos con sus herejías y confundirlos. La iglesia debía estar alerta y rechazarlos, pues entre otras herejías peligrosas negaban la salvación y el sacrificio expiatorio de Cristo.