LBC Menú

Capítulos:

Versículos:

Versículos:

Versículos:

Mateo

Marcos

Lucas

Juan

Hechos

Romanos

1 Corintios

2 Corintios

Galátas

Efesios

Filipenses

Colosenses

1Tesalonicenses

2Tesalonicenses

1Timoteo

2Timoteo

Tito

Filemon

Hebreos

Santiago

1Pedro

2Pedro

1Juan

2Juan

3Juan

Judas

Apocalípsis



La vida antigua y la nueva, Col 3:5-17

3:5-11 “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos”.


Aquí tiene lugar el cambio que siempre se indica en las cartas de Pablo, después de la teología vienen las demandas éticas. Pablo podía recorrer sendas inexploradas de pensamiento, escalar cimas de contemplación, pero, siempre presentaba una exposición ineludible y clara de las demandas éticas del Evangelio para ese tiempo y para todas los tiempos.

Pablo no sugiere que los cristianos deben estar viviendo en las nubes. Más bien, el ocupar sus mentes en las cosas de arriba resultará en una concreta obediencia a lo indicación de “haced morir, pues, lo terrenal en vosotros...”. La lucha entre la carne y el Espíritu persistirá a lo largo de la vida, pero como ellos han muerto con Cristo, han de dar el golpe de gracia a sus malos hábitos y pensamientos.

El Apóstol hace dos listas, cada una de cinco pecados, similar a aquellas encontradas entre los moralistas paganos y en los argumentos judíos anti-paganos, seguidos por cinco “gracias”.

fornicación, La castidad fue una virtud totalmente nueva que aportó el cristianismo al mundo. Las relaciones sexuales antes o fuera del matrimonio se consideraban normales y eran práctica aceptada.
impureza,
pasiones desordenadas,
malos deseos
y avaricia, que es idolatría; un deseo insaciable del alma.El peligro de la avaricia se enfatiza como un pecado que se iguala a la idolatría. Viene de dos palabras griegas: la primera parte, de pleon, que quiere decir “más”, y la segunda parte, de éjein, que quiere decir “tener”. Pleonexía es básicamente el deseo de tener más. Los griegos lo definían como un deseo insaciable, y decían que era como tratar de llenar de agua un recipiente que tuviera un agujero en el fondo. Es el deseo pecaminoso de lo que pertenece a otros, el deseo de lo que uno no tiene derecho a poseer. Es, por tanto, un pecado que tiene una gama muy amplia. Es el deseo de dinero, que conduce al robo; de prestigio, que lleva a una ambición desmedida; de poder, que inspira una tiranía sádica; el deseo de poseer a una persona, que lleva al pecado sexual.

Tales deseos, dice Pablo, son idolatría. Una persona se hace un ídolo y lo adora porque desea que le proporcione algo. La persona cuya vida está dominada por el deseo de obtener más ha puesto las cosas en el lugar que sólo le corresponde a Dios y eso es precisamente la idolatría.

Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas:
• ira, enojo,
• malicia,
• blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.
• No mintáis los unos a los otros,

El cristiano debe dejar la ira y el enojo, términos muy semejantes. Para el cristiano, tanto el estallido de rabia como el enojo duradero son actitudes prohibidas.

La palabra malicia viene del griego kakía; que es la crueldad mental de la que brotan los vicios concretos. Es una maldad inclusiva. Los cristianos jamás deben calumniar y usar expresiones soeces, y tampoco mentir. Mucho más a otros cristianos. Cuando las expresiones insultantes se dirigen contra Dios o sus preceptos se convierten en blasfemias.

“habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno”, Pablo apela al compromiso hecho por los creyentes y los insta a permanecer fieles a su confesión de fe. Debían despojarse de la vieja vida y revestirse de la nueva forma de vivir que Cristo les daba y dejarse guiar por el Espíritu Santo.

“donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos”.

Nota histórica

uno de los grandes efectos del cristianismo es que derriba las barreras. En Cristo, no cuenta para nada ser griego o judío, circunciso o incircunciso, bárbaro, escita, esclavo u hombre libre. El mundo antiguo estaba lleno de barreras. Los griegos miraban por encima del hombro a los bárbaros y para ellos cualquiera que no hablara griego era un bárbaro, que quiere decir literalmente el que habla diciendo “bar-bar”, barbaridades; se consideraban los aristócratas del mundo antiguo. Los judíos despreciaban a las demás naciones, pues eran el pueblo escogido de Dios. Los escitas eran considerados como los más despreciables de los bárbaros; más bárbaros que los bárbaros, los consideraban casi bestias salvajes. Eran proverbialmente las hordas que amenazaban al mundo civilizado con sus atrocidades bestiales. Los esclavos ni siquiera se consideraban en las leyes antiguas como seres humanos, no eran más que herramientas vivas, sin ningún derecho. El amo podía apalear o marcar o mutilar o hasta matarlos a su capricho. No tenían derecho a casarse. No podía haber ninguna relación en el mundo antiguo entre un esclavo y un hombre libre. El cristianismo transformó ese mundo.

© 2021 La Biblia Continental. Todos los derechos reservados. Diseñado por Creating Destiny Graphics. Biblia Reina Valera 1960 y El texto bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960® es una marca registrada de American Bible Society, por lo cual se puede usar solamente bajo licencia.