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El verbo andad se encuentra en modo imperativo, constituye otro mandato que implica la forma en la que se vive o se comportan los creyentes. La forma en que deben caminar, con sabiduría, dando un buen un testimonio a los no creyentes, “los de afuera”.
“Redimiendo el tiempo” es una expresión paulina, que también se traduce como aprovechando el tiempo (Ef 5:16), es decir, hacer buen uso del tiempo.
El creyente debe ser selectivo en el uso de su tiempo. Desde la época de Pablo existían diversas actividades de entretenimiento que fácilmente podían distraer a los creyentes. En la actualidad, existen muchas más, por lo que se debe ser sabio en el buen manejo de compromisos, en el trabajo legítimo, en el acomodo de horarios y en el entretenimiento correcto. El apóstol asevera que impactamos positivamente a los no creyentes, cuando administramos uno de los recursos más valiosos que Dios nos ha otorgado, el tiempo.
“la palabra siempre con gracia, sazonada con sal”. Se usa la figura de la sal, la cual es un mineral que en una medida sensata provee de un buen sabor. La acción de sazonar conlleva la idea de alguien que sabe utilizar la sal en proporción adecuada. Las palabras seleccionadas adecuadamente brindan deleite a quien escucha. Las conversaciones de los creyentes deben ser agradables. Por otro lado, las palabras deben emplearse con sabiduría a fin de dar respuesta a la confrontación del evangelio. Dice Pablo: “para que sepáis cómo debéis responder a cada uno”.