Epafras, ya antes mencionado al principio de la epístola (1:7), es el medio por el cual los colosenses conocieron el evangelio. Pablo lo describe como siervo de Cristo.

Siempre rogando, revela una permanente acción intercesora de Epafras a favor de los colosenses. para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere. El propósito del clamor ferviente de Epafras era para que la iglesia se mantuviera firme, mostrara madurez y siguieran la voluntad de Dios, es decir buscarán la plenitud. Este siervo de Cristo tiene el mismo deseo de Dios, por ello combatía en oración para que los colosenses se alinearan a la divina voluntad.

Hierápolis era una ciudad cercana a Laodicea y Colosas, situándose dentro del mismo territorio (Valle de Lido). Epafras combatió en sentido figurado en las tres ciudades contra las enseñanzas gnósticas. El apóstol testifica acerca de la pasión con que Epafras se desenvolvía contra los falsos maestros.