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LA IMPORTANCIA DE LA INTERCESIÓN: Pablo recalca algo muy importante, en ésta, que posiblemente haya sido la segunda carta de todo su epistolario (la tercera, si escribió Gálatas, primero.): la importancia de interceder por otro ministerio, o por otro creyente. El Apóstol era consciente que no se cumpliría plenamente la voluntad de Dios para su vida y su ministerio sin la intercesión de sus hermanos en la fe (Ro 15:30-32; 2 Co 1:11; Fil 1:19; Col 4:2; 1 Ts 5:25). Ese principio espiritual del reino de Dios tiene validez en la actualidad. Todo creyente necesita las oraciones de los demás creyentes. Cuando la iglesia intercede con fidelidad, se cumplen los deseos de Dios, se frustran los propósitos de Satanás (v.3) y se manifiesta plenamente el poder del Espíritu, Hechos 4:24-33 (B. Est. Pentecostal Pg. 1734)
La palabra…sea glorificada. Esta expresión resalta la urgencia de que el evangelio de Cristo sea aceptado, reconocido, exaltado. El buen evangelizador debe orar antes de sembrar la palabra para que dé fruto. A toda obra de evangelismo debe preceder un tiempo de oración. Una semilla que cae en tierra dura y apretada no germina, se pierde. La oración afloja el terreno para que la semilla encuentre el medio apropiado y pueda fructificar.
