El trabajo requiere una gran dosis de paciencia y sosiego. “Trabajando sosegadamente”. Quien trabaja apresuradamente no rinde lo mismo, además de reflejar en su actitud poco fruto del Espíritu: paz, paciencia, mansedumbre, templanza. Una de las más seguras señales de un cristianismo maduro y honesto es alcanzar la autosuficiencia alimentaria. Coman su propio pan.

Trabajando sosegadamente, se puede:
• Ofrendar para los santos. 1 Corintios 16:1, menciona la ordenanza de que cada uno de los creyentes, “según haya prosperado, ponga algo aparte” . Esta bendición era para Pablo y los necesitados de Jerusalén.
• “Ofrendar conforme a sus fuerzas y aun más allá de sus fuerzas”.2 Corintios, capítulos 8 y 9, muestra como las iglesias de Macedonia, en donde estaban los filipenses y tesalonicenses; y las de Acaya, en donde se situaban Corinto y Cencrea, aprendieron los principios paulinos de “dar y recibir; de sembrar y de cosechar”. Al grado que estos 2 capítulos se consideran como de los más importantes, respecto a las ofrendas.