El apóstol Pablo no permitió que la ansiedad que pudiera generarse por la necesidad de las cosas materiales lo consumiera. Él había pasado momentos en los cuales tenía mucho y ocasiones en las que tenía poco. El apóstol comparte su experiencia: enumera siete cosas con las que podía hacer frente a toda necesidad en la vida:

• vivir humildemente
• tener abundancia,
• en todo estar enseñado,
• para estar saciado,
• para tener hambre,
• para tener abundancia,
• para padecer necesidad.

El Apóstol sabía adaptarse a las situaciones que se presentaban en la vida (1Co 4:11-13), pues lo guiaba una bandera: “con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí” (Gá 3:20), por lo que no le importaba pagar cualquier precio

El problema para algunos que pasan por momentos de necesidad y los lleva a la preocupación, ansiedad, desesperación, Pablo le pudiera decir: “teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto”. (1Ti 6:8)

La declaración de confianza, del profeta Habacuc, siempre inspirará: “Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo…los labrados no den mantenimiento…las ovejas sean quitadas de la majada…no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación. Hab 3:17,18 Cristo se refirió a la vida, como algo más importante que las cosas; Luc 12:15 “la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”.