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Uno de los textos más esgrimidos por los cristianos, como una espada espiritual. El testimonio de miles, a través de las edades, contando hermosas respuestas, lo confirma.
En el Antiguo Testamento, los líderes que se destacaron y han sido un ejemplo para todas las generaciones, encontraron fortaleza en Dios para su vida. Isaías describió esa realidad, en una forma maravillosamente poética: “… pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán , y no se fatigarán”. (Is 40:31)
Se podría decir que este era el lema y el tema del apóstol Pablo. Al recibir a Cristo, no se reciben habilidades supra humanas, pero cuando el creyente enfrenta los problemas y toda clase de dificultades en la vida, puede clamar a Dios en esa confianza. (Sal 91:14,15).
Un comentario consultado expresa que, en el griego, la frase “todo lo puedo”, quiere decir: “tengo fuerzas para todas las cosas”, es decir no solamente para estar en pobreza, sino para tener abundancia. (Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Pág 503). Es común en la experiencia cristiana, que cuando se está en necesidad de recursos o de salud, buscamos a Dios con toda intensidad, nos humillamos y no nos apartamos de la iglesia. Y que, cuando se experimenta abundancia o prosperidad, surgen muchas razones para no buscar a Dios con la misma fuerza. “Todo lo puedo en Cristo”, incluye ambos extremos.