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Gozo, Unidad y Paz en toda circunstancia, Fil 4:1-9

4:3 “Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.”


“compañero fiel” , un personaje anónimo. Hendriksen opina que el nombre de esta persona era Súdsuge (suzuge) un nombre propio en griego que significa “colaborador”. Dice Hendriksen que el original dice literalmente: “Y a ti también, verdadero Súdsuge (o Sícigo), te ruego”, que Pablo hace honor al nombre, al llamarle “verdadero”.

Cualquiera que sea el nombre de este “colaborador”, para Pablo debió ser una persona sobresaliente en su madurez y en la manera de tratar a las personas. Por sus capacidades desarrolladas en la vida cristiana, había ganado respeto en la congregación. Pablo, en esta carta le pide que le ayude a solucionar el problema presente entre estas dos mujeres.

Pablo nunca mostró discriminación en el trato con la mujer, como era el caso de los judíos, al contrario, ahora en Cristo, encuentra que son un instrumento muy útil en la Obra del Señor, el Apóstol las reconoce por su labor (4:3). Lucas en Hechos 17:4, menciona a las mujeres de Macedonia diciendo “… y mujeres nobles, no pocas”. Lidia que fue la primera mujer convertida en Filipos, mostró preocupación por el bienestar de Pablo desde el principio (Hch 16:15,40). Posteriormente, las mujeres creyentes de Filipos mostrarían la misma preocupación por la ayuda a otras iglesias: “combatieron juntamente conmigo en el evangelio” fueron parte de la lucha ardua que muchas veces implica el inicio de una nueva Obra para la proclamación del evangelio.

Permanentemente se necesitan colaboradores en la obra de Dios. Los que contribuyen con trabajo físico, los que aportan recursos, los que invierten tiempo y los que aún están dispuestos a entregar sus propias vidas. Muchos de ellos son anónimos aquí, pero “cuyos nombres están en el libro de la vida”.

Para Meditar

con mucha frecuencia surgen desacuerdos entre líderes de la iglesia local, en ocasiones envolviendo al pastor. Esas desavenencias deben arreglarse pronto, para que no se extiendan a otros creyentes o familias. En el caso de las hermanas Evodia y Síntique, su ausencia “de un mismo sentir” fue notable al grado de comunicárselo a Pablo y éste pedir ayuda de su compañero fiel. Como Apóstol que era y echando mano de su autoridad espiritual, las conminó a superar su pequeño problema. Esto resalta la importancia de las denominaciones, en donde hay líderes con autoridad sobre las iglesias, que pueden ayudar, cuando se dan situaciones que amenazan la vida de las congregaciones



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