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La palabra “maravillado”, del griego, dsaumázo, significa asombrado o sorprendido. Pablo estaba realmente muy asombrado que los hermanos de Galacia de una forma rápida se hubieran dejado influenciar por las falsas doctrinas que habían llegado a ellos por medio de maestros judaizantes. La posición de Pablo es radical y determinante pues lo que está en juego es de vida o muerte, no se trata de una simple falla o error, es un asunto que trasciende hasta la eternidad. Conociendo la franqueza de Pablo para afrontar las situaciones difíciles, es totalmente comprensible que utilice palabras duras para defender de toda contaminación el único y glorioso evangelio.
Los judaizantes era una fracción extremista judía dentro de la iglesia que enseñaban que los creyentes gentiles tenían que someterse a las leyes y tradiciones judías. Además, procuraban menoscabar la autoridad de Pablo e imponer sobre los creyentes gálatas el yugo de la ley, diciéndoles que además de seguir a Jesús debían seguir a Moisés y llevar a cabo los ritos ceremoniales, y observar las fiestas, entre otras prácticas, con la finalidad de perfeccionar la salvación.
“Un evangelio diferente”. Una noticia incierta o distinta a la verdadera. Al apartarse de Cristo estaban caminando por un evangelio que no era el de Cristo, el peligro era latente y las consecuencias indescriptibles.
“No que haya otro”. SÓLO HAY UN EVANGELIO, el evangelio de la gracia por la fe en Cristo Jesús. No existe otra forma de salvación para el hombre sino solo por el creer en el Hijo de Dios.
“Os perturban”. (gr. tarásso). Que quiere decir inquietar o turbar.
“Y quieren pervertir”. (gr.metastréfo). Que quiere decir corromper o convertir.
Los creyentes gálatas habían sido inquietados en tal forma por los falsos maestros, que corrompían la verdad del evangelio de la gracia, que confundidos estaban dispuestos a agregar el rito de la circuncisión y las tradiciones judías, a su fe en Cristo. Comenzaban a pasar de la fe cristiana al legalismo judío. Como todo nuevo convertido los creyentes de Galacia estaban ansiosos de actuar bien y fueron presa fácil para aquellos engañadores.
Anatema. (gr. anádsema). Una cosa o persona excomulgada o declarada bajo maldición. La repetición de esta palabra en los versículos 8 y 9, demuestra la insistencia del Apóstol Pablo en mostrar a los gálatas la gravedad de predicar o enseñar doctrinas distintas, falsas, corrompidas y diferentes a la verdadera y única doctrina de salvación por gracia.
La teología básica en Gálatas se relaciona con la verdad del evangelio y sus implicaciones. La epístola constituye, por una parte la declaración de independencia de los ritos, ceremonias, celebración de fiestas, circuncisión, etc. señalados en el Antiguo Testamento para el pueblo judío; y por otra parte el hecho teológico que en esta carta Pablo presenta el argumento central del Antiguo Testamento, a saber: la revelación del Dios único y verdadero, vertido en la gloria del nuevo Testamento: Jesucristo el unigénito de Dios. Este binomio es inseparable en la teología Paulina.
El propósito de la Carta es afirmar la libertad que se encuentra en Cristo, libres del legalismo judío. En Cristo el creyente es libre del poder del pecado y libre para servir al Dios vivo, pero nunca libre para desobedecer sus mandamientos o para cometer inmoralidades.
La libertad no consiste en no cumplir la ley, eso es libertinaje, la libertad debe ejercerse en el marco de la ley. Pablo les muestra a los gálatas lo que la ley no podía hacer y lo que la gracia si había hecho. Darle la espalda al evangelio es lo mismo que apartase de Dios y merecer la condición de caer bajo maldición.
El mensaje de Gálatas se puede resumir en un versículo clave “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de la esclavitud” (Gá. 5:1). La epístola habla sobre la necesidad de mantener una posición de firmeza en la fe, en la libertad, en el Espíritu y en el Señor. La principal doctrina en Gálatas es la salvación por la fe en Jesucristo y no por las obras de la ley.
“Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo”. Las dos preguntas con las que cierra el Apóstol Pablo esta línea de pensamiento dejan una enseñanza muy necesaria para todos los tiempos. Cada fiel cristiano de Jesucristo en cualquier época o en cualquier lugar deberá buscar el agradar únicamente a su Señor y Salvador. Pablo habla en primera persona, esperando que los gálatas lo sigan en su firmeza.
Las dos preguntas de Pablo apelan a la conciencia de los creyentes gálatas, para que ellos las respondan. Conocían muy bien a Pablo, su ministerio, carácter y llamamiento. Por lo tanto, sabían que su pastor jamás se prestaría a simulaciones o hipocresías. Servir a los hombres es una frase que ilustra la antigua vida farisaica de Saulo y que posiblemente los judaizantes que los perturbaban trataban de “agradar a los hombres”, como él lo había hecho antes. Para ser un auténtico siervo de Cristo se debe vivir como Cristo mismo.