El apóstol Pablo destaca su llamamiento, que era predicar el evangelio entre los gentiles.
Aunque el apóstol empezó predicando a los judíos, (Hechos 13:42-45), el pueblo judío que había escuchado y recibido el mensaje de Jesucristo, demostraría celos y enojo porque el mensaje alcanzaba a paganos y los convertía en cristianos. En 13:46-52 se narra que ante es actitud el apóstol Pablo junto con Bernabé que su ministerio ahora sería con los gentiles y ya no con los judíos.

El apóstol Pablo reconoce la trayectoria de Pedro, pero también recalca que así como él, su apostolado era de parte de Dios pero dirigido a otra familia, el pueblo gentil. Así que su ministerio estaba al mismo nivel que los primeros apóstoles que estuvieron con el Señor. Con esto se definirían dos canales en donde servidores de Dios pondrían todo el empeño para proclamar a Jesucristo, uno a los judíos, para mostrarles con las Escrituras que Jesús era el Cristo prometido, sentado a la diestra del Padre. Y el otro, a los gentiles que al presentarles al Dios único y verdadero a través de Jesucristo, debería dejar su vida pagana, con todas sus perversiones.

Para Meditar

Se debe reconocer el trabajo que los líderes religiosos realizan entre el pueblo y tenerles en muy alta estima, sabiendo que Dios ha encomendado a cada uno cierta tarea, respaldándoles con los dones del Espíritu; y trabajar en equipo para que el nombre de Dios se glorifique, usando los dones y talentos que el Señor haya repartido al resto del Cuerpo.