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El apóstol les hace ver que ya no existe el viejo Saulo de Tarso, aquel que creía cumplir la ley pero su corazón estaba apartado de Dios. El apóstol Pablo usa un juego de palabras; primero expresa que esta crucificado con Cristo, esto denota que está muerto el viejo hombre y en segundo usa la palabra vivo, que denota una realidad nueva en su vida.
La identificación de Pablo con Cristo era plena y total, Pablo anhelaba ser como su maestro en todo, por eso llega al grado de usar una metáfora para ilustrar su compromiso con el crucificado. Estar juntamente crucificado con Cristo es el grado supremo de la entrega que un creyente puede hacer en su consagración a Dios. El ego de Pablo ya no tiene el control, ahora Cristo es el dueño de su destino, el Señor de su vida. Si bien la fuerza del argumento es de carácter ilustrativo, el signo y el anhelo de Pablo corroboran su fidelidad absoluta en la entrega amplia y profunda de su vida y ministerio al servicio del Redentor.
“pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo”. La RVC (Biblia Reina Valera Contemporánea) lo dice así: “pues si la justicia dependiera de la ley, entonces por demás habría muerto Cristo”.