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De este primer versículo del Evangelio escrito por Hechos, se derivan importantes principios que ayudan a entender la trascendencia de la revelación personificada por el Señor Jesucristo. El ministerio mesiánico de Jesús: El primer versículo de éste capítulo 11 de Mateo, señala lo central del ministerio de Jesús, el cual estaba enfocado en instruir primeramente a sus discípulos, a quienes dirige especial atención y en segundo lugar se enfoca en la enseñanza y predicación a las multitudes. El ministerio de Jesús fue ya mencionado en (Mt 4:23) el cual se puede bosquejar en tres grandes tópicos: la enseñanza en las sinagogas, la predicación del evangelio del reino y la sanidad de toda enfermedad entre el pueblo. El texto lucano presenta el bosquejo del ministerio carismático del mesías en otro orden, comienza por la predicación a los pobres, la sanidad del quebrantado y la predicación a los esclavos (Lc 4:18-19), el Espíritu Santo permite que el médico Lucas registre el anuncio mesiánico del profeta Isaías (Is 61:1-2). Mateo por su parte, registra la dimensión sanadora del ministerio mesiánico como repuesta a la perplejidad de Juan el Bautista (Mt 11:4-5).
La enseñanza ungida neotestamentaria refleja que la instrucción que Jesús dio a sus discípulos fue muy valiosa porque la predicación es más efectiva cuando es precedida por las señales. Los discípulos después del pentecostés recibieron la llenura del Espíritu Santo (Hch 2:4, 23, 41), y predicaron poderosamente. Dios hizo milagros y señales respaldando la predicación ungida y mostraron a otros efectivamente lo que aprendieron de Jesús.
1.La palabra para instrucción es en griego es diatásso es una palabra compuesta por la preposición dia que indica el canal mediante el cual se realiza un acto y el verbo tásso que significa arreglar de manera ordenada o instruir.
2.La palabra para enseñanza es didásko la cual significa enseñar la palabra, señala la impartición de una información detallada que enfatiza el canal de la enseñanza más que la enseñanza misma.
3.La palabra para predicación es kerússo o sea la transmisión de la verdad divina (el evangelio) al publicarla o divulgarla.
El ministerio de Jesús fue tan balanceado porque primero instruyó a un grupo pequeño de discípulos, luego la enseñanza a las multitudes y la predicación del evangelio a los no creyentes; las señales procedieron a las enseñanzas. Los siervos en la actualidad deben dirigir su ministerio de manera que no se enfoquen sólo en un grupo de personas y descuiden a otros. Se debe tomar como ejemplo de liderazgo, el ministerio balanceado de Cristo.