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Los que querían seguir a Jesús, Mt. 8:18-22.

Mateo 8:18-22 “Viéndose Jesús rodeado de mucha gente, mandó pasar al otro lado. Y vino un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas. Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza. Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos”.


En las últimas instrucciones de Jesús, ordenó a sus seguidores ir por todas partes haciendo discípulos, de hecho, una buena parte de su ministerio lo dedicó a formar a sus discípulos. Seguidores los tenía por miles, al parecer, muchos de ellos le seguían por los beneficios que obtenían de Él, o que podían obtener a futuro. Incluso, más delante se verá a sus más cercanos disputar por quien estaría al lado de Él cuando viniera en su reino. Para Jesús el discipulado exige una entrega total, y debe ser nuestra prioridad.

El escriba le dice “iré a donde tú vayas”, esa es una decisión precipitada, y quizás motivada por el creciente éxito de Jesús; todos desean estar junto a los populares, donde Él llega es aclamado, por lo que algo se puede ganar en su compañía.

Es probable que el deseo de este escriba de ir donde Jesús fuera sincero. Había en Israel maestros que gozaban de alta estima, Pablo se gloriaba de haber sido discípulo de Gamaliel; el escriba pensaba que seguir a Jesús sería igual que seguir a esos maestros, pero la cátedra de Jesús no era igual, él era itinerante, sin un lugar fijo de residencia, además de que afrontará un profundo rechazo de parte de los suyos.

Este escriba también ignoraba que Jesús se dirige a Jerusalén, donde le espera una cruz, en la que literalmente no podrá recostar su cabeza. Le recuerda que nada posee, y a quienes le sigan serán como Él. La respuesta de Jesús refleja como prepara a sus discípulos para los tiempos que vienen.

Para Meditar

El otro discípulo también deseaba a seguirlo, pero no ahora, después seguramente, solo tendría que esperar a no tener compromisos familiares que lo aten. El argumento de este discípulo no era malo, la ley le ordenaba “honrar a su padre y a su madre” pero Jesús fue más allá, Él exigía el más alto sacrificio, negarse, tomar su cruz, aborrecer a sus padres. La respuesta de Jesús, aparentemente áspera es retórica, no se trata de que los muertos entierren a los muertos, se trata de mostrar que seguirlo requiere de un compromiso firme, después Pablo dirá que “nadie que milita en este ejército se enreda en los negocios de la vida” (2 Ti. 2:3-4).


Jesús no los está rechazando ni diciendo que no lo sigan, solo les está aclarando lo que implica seguirlo, Él sabe que llegará el día que los que creen en su Nombre serán traicionados por sus propios parientes y pensaran que le hacen un favor a Dios mismo. También está diciendo que seguirlo deberá ser la más grande de nuestras prioridades.

No tomar en consideración las respuestas que Jesús da a esos hombres ha llevado a que haya, hoy como nunca antes, un cristianismo sin compromiso, es decir, uno que busca solo ser entretenido, que piensa que el propósito de Jesús al morir en la cruz solo fue para ser salvos, y ahí acaba todo, sin que eso implique ningún compromiso de convertirse en nueva criatura, de arrepentirse de su vana manera de vivir, incluso, conservando costumbres que deshonran a Dios, llegando a ser de los que se dice “¡mira!, y dice que es cristiano” para vergüenza de los verdaderos creyentes.

Para Meditar

Si se va a seguir a Jesús lo primero que se hace es cortar los lazos con el mundo a fin de vivir para Él, porque no es posible seguir a Jesús y al mundo. También se ha de estar dispuestos a afrontar el desprecio y el rechazo de las personas por causa de Jesús, Por eso dijo “Si alguno quiere venir en pos de mí, tome su cruz” (Lc. 9:23), palabras fuertes, pero ese es el significado del discipulado a que Cristo llama.

© 2022 La Biblia Continental. Todos los derechos reservados. Diseñado por Creating Destiny Graphics. Biblia Reina Valera 1960 y El texto bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960® es una marca registrada de American Bible Society, por lo cual se puede usar solamente bajo licencia.