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Tentación de Jesús, Mt 4:1-11

Mateo 4:1 “Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo"


Entonces… Es decir, antes de esto, Jesús fue bautizado por Juan, el Espíritu descendió sobre él, y Dios le dio su aprobación “Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia”. Entonces, como lo dice Lucas, “lleno del Espíritu”, fue llevado al desierto, para estar a solas con Dios, en profunda intimidad con Él, y, además, “para ser tentado por el diablo”, para ser probado, al igual que también lo fue Adán, pero con resultados diferentes. El primer Adán, sucumbió; el segundo Adán, fue victorioso.

Para Meditar

1. Jesús necesitó ser guiado por el Espíritu, y lleno del Espíritu, para cumplir con éxito lo que Dios le encomendó. 2. Tentado, ésta palabra, a diferencia del significado que tiene en la actualidad, y que se refiere a ser expuesto a deseos carnales y sensuales para ser seducido; en el lenguaje bíblico no solo se refiere a eso, sino también a ser probado, a ser examinado, y buscando como resultado la aprobación de Dios, mantenerse firme en la fe. Cuando Dios prueba es para sacar lo mejor que tenemos, es por ello que Dios prueba los corazones. El problema no es ser tentado, el problema es cuando nuestra concupiscencia nos lleva a materializar nuestros deseos y no la voluntad de Dios.

La tentación, en la Palabra de Dios tiene una connotación positiva y una negativa. Positiva cuando Dios nos prueba y afina nuestros corazones y negativa cuando se trata de sacar lo peor que hay en nuestro interior. Llama la atención que fue el Espíritu quien lo llevó, es decir, no fue iniciativa del diablo tentarlo. Y lo hizo para que fuera probado, no en su calidad de Dios, sino de hombre, por eso es que nosotros también podemos vencer la tentación, porque Jesús lo hizo como humano. Santiago dice que tengamos por sumo gozo al hallarnos en medio de la prueba, porque eso pone en acción nuestra fe y su fruto es la paciencia, y con ella llegamos a ser perfeccionados y recibiremos la corona de vida. (Santiago 1:2-4, 12). Por otro lado, el diablo no lo tentó para probarlo, sino para desviarlo del plan de Dios, y eso es lo que busca hacer con nosotros.

Para Meditar

No se trata de temer a la tentación, tampoco de exponerse a ella irresponsablemente. Confiamos en Dios, pero no nos vamos a poner en el “tentadero”. Lo cierto es que, si la afrontamos llenos del Espíritu, siempre saldremos victoriosos.

© 2022 La Biblia Continental. Todos los derechos reservados. Diseñado por Creating Destiny Graphics. Biblia Reina Valera 1960 y El texto bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960® es una marca registrada de American Bible Society, por lo cual se puede usar solamente bajo licencia.