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La luz da a conocer lo que hay en medio de la obscuridad; cuando la luz alumbra no hay nada que se esconda, ni las tinieblas más densas pueden llegar a opacarla. Esto es lo que Pablo el Apóstol, está enfatizando a la Iglesia de Éfeso, que todo lo que se realice se “pondrá de manifiesto” o “se dará a conocer”.
El Apóstol usa las palabras parafraseadas de un pasaje muy importante en Isaías 60:1-2: “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria”. Por tanto, al entender estas palabras del profeta, se da a conocer que se estaba hablando de una profecía mesiánica cumplida por nuestro Señor Jesucristo.
“Despiértate, tu que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo” Esta frase bíblica hace una invitación a despertar y levantarse como si alguien estuviera viviendo con una actitud ociosa, por lo que aquella persona que se atreva a levantarse de esta condición o manera de vivir, será alumbrado por Cristo.
Cristo es el único que puede alumbrar una vida que está en oscuridad y viviendo con una actitud negativa. Aquí se cumple la Palabra de Dios cuando dice en Juan 8:12 “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. Por esto, es necesario que los creyentes sean alumbrados por Cristo en todas las áreas de su vida.