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Pedro estaba consciente que sus destinatarios estaban sufriendo persecución, (aunque todavía no era decretada por el emperador en turno, como ocurrió con varios de ellos), pero les pide que se alegren. El pronombre personal y verbo “os alegráis” traducen una palabra griega (angalliasthe, gozarse en gran manera, exaltar), en otras palabras, saltar de júbilo por la salvación, esta palabra ocurre en el Sermón del Monte al decir el Salvador: “Bienaventurados seréis cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos (angalliasthe), porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que os precedieron” (Mt 5:11, 12).
Pedro quiere decir a las nuevas comunidades cristianas que en el futuro tendrán que soportar cosas más duras, pero su gozo por la salvación es tan profundo, que la tribulación sólo los afligirá por breve tiempo. Todavía no se habla de persecuciones sangrientas de cristianos o de mártires gloriosos; solamente se trata de las dificultades cotidianas que los cristianos tienen que sobrellevar en su ambiente pagano y hostil en el que tienen que trabajar, convivir, incluso en sus relaciones familiares. Las pruebas consistían en que los opresores, molestaban cristianos que tomaban en serio la obediencia humilde, el arrepentimiento de pecados, la renuncia a la injusticia, la práctica de la castidad y privaciones voluntarias. Las burlas, los vituperios y falsos testimonios son precisamente las «diversas pruebas» que a menudo afectan de manera dolorosa.
Prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, “prueba de vuestra fe” es la misma frase que aparece en Santiago 1:3. Aquí, como con frecuencia en otras partes de la epístola, hay evidencia de la familiaridad de Pedro con el libro de Santiago y su dependencia en éste para muchas de sus ideas prominentes. La palabra “prueba” de dokimion, sugiere una prueba o examen con el propósito de determinar la dignidad o carácter de lo que es probado. Así como el valuador toma el oro y aplica las pruebas para determinar la calidad del metal precioso, así las pruebas por las cuales estaban pasando, probaban su fe y revelaban su verdadero carácter.
mucho se ha dicho y escrito sobre la gran diferencia entre carisma y carácter. El carisma te abre puertas, pero el carácter te mantiene dentro. los creyentes están llamados a desarrollar carácter, fortaleza, para mantenerse firmes ante cualquier turbión o atentado contra su fe y sus convicciones, en cualquier ambiente hostil. Al profeta Ezequiel se le dijo: “He aquí yo he hecho tu rostro fuerte contra los rostros de ellos, tu frente fuerte contra sus frentes. como diamante, más fuerte que pedernal he hecho tu frente; no los temas, ni tengas miedo delante de ellos, porque son casa rebelde”. (Ez 3:8-9)
Se está viviendo desde hace algunos años un fenómeno denominado Bullying, esta es una palabra inglesa, traducida como “acoso escolar” u “hostigamiento escolar “; bullying está compuesto por la voz “bully” que quiere decir “matón” “hostigador a sueldo” más la terminación “ing.” que indica la acción o el resultado de una acción. Este vocablo todavía no está aprobado por la real academia española de la lengua. Pero, puede ser definido como el maltrato o la conducta agresiva de un determinado individuo hacia otro, que constantemente se repite con el fin de producir daño . El bullying o acoso escolar es aquel comportamiento de persecución u hostigamiento que tiene un alumno hacia otro, y que puede ser de carácter físico o psicológico, realizándolo constantemente y por tiempo. El objetivo de este maltrato es intimidar, dañar y asustar, de esta manera el acosador obtiene alguna ventaja de su víctima. Generalmente, dicen los especialistas, es ejercido sobre personas de baja autoestima o débiles de carácter, sin embargo, también pueden ser víctimas los de convicciones y conducta contraria al resto de sus compañeros, aquí entran los adolescentes y jóvenes cristianos. La iglesia debe orar por ellos permanentemente.
