La piedra viva 1 Pedro 2:4-8

Acercándose a Él no se está refiriendo a los primeros pasos en Cristo, sino al acercamiento permanente del creyente, estableciendo una comunión íntima con el Señor. piedra viva. La mención de esta expresión es tanto una metáfora como una paradoja. Veamos por qué: esta frase que se toma del AT (y comentada ricamente en los versículos 6-8) recalca que Cristo, tanto como “piedra del ángulo” y “piedra de tropiezo” está vivo y ha resucitado de los muertos para establecer una relación viva con la humanidad salvada. Es decir, es bendición para los que le aceptan y es tropiezo para los incrédulos.

desechada… por los hombres, Los evangelios muestran el trato injusto, lleno de orgullo y menosprecio, de las autoridades religiosas judías, que no reconocieron su mesiazgo (al no establecer el reino que ellos esperaban) y lo condenaron por blasfemia. Es decir, por llamarse Dios o querer ser igual a Dios.

más para Dios escogida y preciosa. El Señor Jesús fue el hijo precioso, que fue autenticado por el Padre mediante su resurrección de los muertos (Mt 3:17; Hch 2:23,24,32: 4:11,12; 5:30,31;10:39,40). Pedro, antes en 1:19 llama a Su sangre, “preciosa”, como la de un cordero sin mancha.

⁵vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual. Siguiendo la figura de un edificio en que Cristo es la piedra angular, Pedro declara que los seguidores del Señor como piedras vivas son edificados para formar parte de una "casa espiritual".

En vista de que Cristo es una piedra viva, los cristianos son colocados metafóricamente, como parte de un edificio espiritual, que es la iglesia. (Efesios 2:19-22). Pedro sin duda tenía presente la declaración que el Señor pronunció en Cesarea de Filipos: “Sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”.

Mientras un ladrillo está solo, no sirve de mucho; sólo es útil cuando se le incorpora a una edificación. Así sucede con el cristiano individualmente, para hacer realidad su destino, no debe permanecer aislado, sino ser incorporado en la estructura de la Iglesia.

sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Aquí la figura cambia de un edificio con una estructura compuesta de muchas piedras, a una casa ocupada por siervos. Los siervos son designados como sacerdotes. Bajo la ley de Moisés los sacerdotes constituían una clase especial, exclusiva para oficiar en la adoración. Ahora por medio de Jesucristo todos los cristianos están constituidos sacerdotes al servicio de Dios (Ap 1:6; 5:10; 20:6), autorizados para involucrarse en la adoración de Dios. (leer en la B.de Est. Pent. Pg. 1812, las vastas características de los creyentes sacerdotes). Como se sabe, la palabra santo tiene, como idea básica, una separación de todo lo que ofrece el mundo pecaminoso, a fin de vivir vidas consagradas al Señor.