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El apóstol de los gentiles presenta dos tipos de materiales para construir; los primeros son resistentes: oro, plata, piedras preciosas, estos tres materiales resistirán la prueba de fuego. Se da a entender que es necesario enseñar una sana doctrina y vivir fieles a esas verdades, y de esa manera conducir a los creyentes hacia la madurez espiritual.
Los segundos materiales: madera, heno, hojarasca, son de débil calidad, no podrán resistir el fuego; tales tipos de materiales pueden afectar al fundamento, como ejemplo, los corintios no habían desterrado enseñanzas mezcladas con filosofías de su tiempo y del judaísmo, las cuales confundían y le quitaban fuerza a las nuevas verdades cristianas, que se les estaban enseñando.
La obra de cada uno se hará manifiesta; El Señor evaluará la contribución de cada líder o creyente y el día del juicio revelará la sinceridad de la obra de cada persona. Dios determinará si fue o no fiel, a las instrucciones de Jesús.
La obra de cada uno… el fuego la probará. Esta frase en el original griego se refiere a la habilidad de Cristo, quien será el Juez y que ve a través de todo lo que hacemos (Apocalipsis. 2:18) Todo líder o creyente tendrá que comparecer ante el Señor Jesucristo, constructor de la iglesia (Mateo.16:18) y ante el tribunal de Cristo (el bimá de Cristo, un sitio de premios) “para que cada uno reciba, según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo” (2 Corintios. 5:10).