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Pablo a veces mencionaba que un mandamiento era de él y otras veces que era del Señor. En el v.10 claramente menciona que el Señor le indicó el consejo que daba ahora, en cambio, él mismo, como un buen pastor lleno de experiencia, guía al rebaño en lo conducente respecto al tema del matrimonio. Pablo tenía la experiencia en carne propia de ser un no casado (quizá viudo, es lo más cercano al contexto) así que el consejo va en torno a que las señoritas de la iglesia, si pudieran, mejor se quedasen solteras para ocuparse todo el tiempo posible a su llamado.
En el mismo sentido a los solteros varones pues a causa de la necesidad que apremia, es decir, “debido a las malas circunstancias que nos rodean” sería excelente que los solteros por ahora sólo busquen hacer su ministerio, pero eso es muy difícil por los tiempos en que se viven. Pablo aclara bien: “Si tienes necesidad de casarte no pecas”. Pablo les aclara no pecan si se casan en clara alusión de la intimidad de la que disfrutarían con su consorte, “pueden casarse y seguir en santidad” les asegura el apóstol. Hoy día ninguna dama debe sentirse “mundana” o “pecadora” si quiere estar con su esposo, no es malo y está aprobado por Dios.
29Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto.
En este capítulo y en otros, el Apóstol habla como si estuviese estableciendo alguna fecha sobre la venida del Señor o que esperase la venida durante el transcurso de su vida, lo cual no es así, sino que más bien Pablo, como el resto de los escritores del N.T. reconocían que la parousia (inminente venida) pudiera producirse en cualquier momento, dado que lo concerniente al ministerio de Jesús, su muerte, resurrección y ascensión ya se habían realizado y el acontecimiento importante que faltaba era el rapto de los creyentes.(1 Ts 4:16,17)
De aquí surge LA DOCTRINA DE LA INMINENCIA o ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA, una de las 16 Verdades Fundamentales que la Iglesia cree (leer Pg.99 de Nuestra Declaración de Fe), es decir que la venida de Cristo está próxima y puede ocurrir en cualquier momento.
Así lo creyeron los apóstoles y así se debe creer. Una de las funciones de los predicadores y maestros es recordar esta verdad a las congregaciones cada semana.
El casado, continúa el apóstol, tiene cuidado de las cosas del mundo, curiosa expresión que debe ser tomada en ese contexto inmediato, “mundo” se refiere al servicio en situaciones cotidianas, como hacer la comida, cuidar de los hijos y sostener intimidad con la pareja; “las cosas del mundo” aquí no son algo malo contrario a Dios, sino simplemente atender la vida cotidiana de un matrimonio cristiano normal. Los que disfrutan de este mundo es sólo una manera de afirmar “los que viven en lo cotidiano” como casarse, pasear, comer. Todo ello un día desaparecerá, y eso, dice el apóstol, tómalo en cuenta pues todo es pasajero.
Mundo. La palabra “mundo” es uno de los vocablos que ofrece más opciones de interpretación. Según sea el contexto el término nos ofrecerá un variado menú de significados que deben tomarse en su debido entorno. Para ejemplo se enumera a continuación:
1. Planeta: Mt. 4:8
2. Humanidad: Jn. 3:16
3. Mucha gente: Jn. 12:19
4. Riquezas o influencia: Mt. 16:26.
5. Lo que se opone a Dios: 1 Jn. 2:16.
6. Lo cotidiano: 1 Cor. 7:31, 33.
